viernes, 1 de septiembre de 2017

La Enseñanza del Baloncesto en Niños Autistas 3era Parte

Con el transcurrir del tiempo al estar trabajando con niños autistas nos podemos dar cuenta que son chicos con gran potencial al igual que otros niños,  son capaces de sorprender positivamente a quien les estén dando instrucciones.

La enseñanza del Baloncesto con el niño autista dependerá de su edad y nivel de autismo.

Con el caso de Roberto Antonio niño de 05 años,  la atención es más personalizada indicándole al mayor detalle cómo realizar el movimiento a realizar,  se le enseñó el desplazamiento lateral movimiento que es difícil para todos los chicos.  

Al principio el movimiento se le dificulto un poco,  pero con la repetición y con paciencia y con el ánimo que se le debe dar cuando realiza el ejercicio el chico comenzara hacer el movimiento,  también ayuda mucho el ambiente que nos rodea y los otros chicos que practican ayudan a estimular.

En su progreso con el aprendizaje del baloncesto ayuda mucho la presencia de otros niños, sean mayores o de su misma edad porque le ayudan y le tratan como su igual,  cosa que influye positivamente en su evolución en el aprendizaje y su inclusión a la sociedad.

martes, 22 de agosto de 2017

La Enseñanza del Baloncesto en Niños Autistas 2da parte

 En la enseñanza del baloncesto debemos tener en cuenta que cada niño tiene un ritmo propio de aprendizaje,  cada niño dará su mayor esfuerzo para realizar los ejercicios y como entrenador se debe guiar a los niños indicandoles como hacer los movimientos.

 A primera vista un niño autista da la impresión de que no presta atención a lo que se le dice,  se muestra tímido y se le nota algo nervioso da la impresión que se sumergiera más en su condición como forma de protegerse a lo nuevo.

Debemos tener en cuenta algunos factores en la enseñanza de un deporte a los niños autistas:
  1. El entrenador debe tener paciencia y conocimiento del deporte que enseña.
  2. Tener en cuenta la edad del niño.
  3. Hablar con los padres para tener conocimiento del nivel de autismo que pueda tener el niño.
  4. El niño autista se abre a muy pocas personas.
  5. Las indicaciones que se le hagan deben ser lo más sencilla posible.
  6. Demostrarle cómo hacer el ejercicio.
  7. Darle ánimo en todo momento. 
  8. Acompañar al niño cuando hace el ejercicio e ir alentando a que continúe.
  9. Recordar que estamos ayudando a un niño a su desarrollo e inclusión a la sociedad.
  10. Se descarta la competitividad.
  11. Cuidado con el vocabulario y tono de voz,  si vas alzar la voz avisarle al niño.
Cuando el niño autista toma confianza con el entrenador o con un chico de su edad los considerara como su amigo y demandará exclusividad con sus amigos. 


Deporte para niños con autismo


http://jralonso.es/category/autismo/

Los deportes son parte integral de nuestra formación en la infancia y juventud y por eso hablamos de educación física. También son a menudo hasta bien entrada la vida adulta, parte de nuestro ocio, de nuestra vida social, de nuestra integración en la comunidad. Participar en algún deporte y en actividades recreativas con un componente de ejercicio intenso es bueno para cualquier niño incluyendo aquellos que tienen un trastorno del espectro autista.
La actividad física, ese cansancio que parece que nos libera de tensiones, ansiedades, preocupaciones, puede ayudar a sentirse mejor a un muchacho con autismo y mejorar la calidad de la vida familiar, aunque solo sea por lo bien que duerme tras un día extenuante de actividad deportiva.
La investigación sobre el ejercicio físico nos ha demostrado que el deporte disminuye el estrés, mejora la salud en general, aumenta las habilidades motoras, y ayuda a desarrollar virtudes individuales (confianza en uno mismo, disciplina, responsabilidad, trabajo por objetivos) y sociales (comunicación, compañerismo, trabajo coordinado).
Los padres se preguntan en ocasiones qué deporte es el mejor para un hijo con TEA. Al final de este post pongo algunos deportes recomendados pero, como en cualquier otro niño, hay que dejarse guiar por sus gustos y preferencias y por aquello que se le dé bien. Hay que encontrar su deporte y no el que a su padre le gustaba de niño o le gusta ahora practicar. Es decir, si tu hijo está deseando participar en un deporte que no está en esta lista y a ti te encaja en tus horarios, en tu economía, déjale intentarlo. Como dice el eslogan, lo importante es participar y los beneficios se obtienen, en mayor o menor medida, en todos los deportes y si le gusta, tendrá constancia y estará más feliz.
Puesto que el autismo afecta seriamente a las habilidades sociales y motoras, los deportes de equipo más practicados (fútbol, baloncesto, balonmano) pueden ser difíciles para un niño con un TEA y puede ser mejor optar por un deporte individual o por un deporte que se practique en grupo pero donde la interacción no sea tan intensa ni tan exigente. Pero esto es una idea general, y para algunos el fútbol o cualquiera de esos puede ser su deporte.
Como con cualquier otro niño, los padres deben pensar en los puntos fuertes y débiles de sus hijos y empezar por aquello que tenga mayores posibilidades de funcionar. Si el deporte incluye una fase competitiva, como suele ser normal, hay que pensar qué tal lleva el niño el ruido y el caos organizado que suele ser parte integrante de cualquier evento deportivo. Hay que buscar que tenga una parte de ejercicio, que juegue a un nivel parecido al de otros niños y que sea una ocasión por él apetecida de mezclarse con otros muchachos.
Entre los problemas comentados por algunos padres estaba el captar la esencia del juego, el aprender conceptos como la estrategia de equipo o el juego limpio, las sensaciones producidas por cosas como una ropa especial o la ausencia de habilidades físicas o sociales. A favor están las percepciones que los niños reciben del equipo, el calzado, la ropa; aprender a focalizarse en una tarea, sentirse parte de un grupo; socializar, calmarse, divertirse. Entre las cosas comentadas como útiles era ver a los jugadores profesionales en la televisión e intentar copiar lo que ellos hacen y también, por supuesto, encontrar un buen mentor, ya sea el entrenador, un jugador más maduro o un responsable del equipo.
Las experiencias de otros padres pueden también ser útiles. Un padre pensaba que lo mejor para su hijo era la natación pero evitando las pruebas de relevo que imponían sobre él una presión excesiva. Otro contaba que su hijo tenía mucho interés en jugar al fútbol o al rugby pero que era posible que no fuese lo más indicado para él pues tenía un problema serio con la memoria a corto plazo y eran deportes donde la estrategia de equipo, las órdenes del entrenador tenían un peso importante en el desarrollo del partido. Para otro niño, los padres comentaban que la música, incluso de ritmos muy vivos le calmaba y tenía buen ritmo interno, por lo que le habían apuntado a unas clases de hip-hop. Para su hijo había sido el descubrimiento del año y habían buscado un campamento donde hubiera otro paquete de clases de baile o aerobic para el verano.
Si te gustaría que tu hijo con autismo practicara un deporte de equipo, una buena forma de empezar es jugar juntos. Puedes ir a tirar juntos a una canasta, dar patadas a una pelota pasándoosla el uno al otro, aprender a patinar el uno junto al otro… Estarás poniendo los cimientos tanto de unas habilidades físicas como también de otras sociales. Tu hijo aprenderá esas normas básicas de respetar los turnos, seguir unas reglas, disfrutar del juego, respetar al contrario, competir. En el largo plazo esas experiencias compartidas son las que ayudan a fortalecer los vínculos entre padre e hijo.
Entre los deportes más practicados por niños con TEA están los siguientes:
  • Natación. La natación es posiblemente el deporte número 1 para los niños con autismo. A muchos les encantan las sensaciones de la piscina, los movimientos en el agua, bucear…  Incluso los que tiene pocas habilidades motoras y no son hábiles en los deportes que usan un balón o una pelota, pueden manejarse muy bien en los ejercicios de brazos y pies de la natación. También permite participar en un equipo donde cada nadador compite individualmente, con lo que se puede aprender el formar parte de un grupo sin sentir el agobio de las dificultades de comunicación o de integración en la estrategia de equipo.
  • Campo a través. Es curioso como enseñamos a los niños pequeños deportes complejos como el fútbol o el baloncesto mientras que lo más natural, correr y saltar, lo hacemos normalmente con niños mayores. El cross, la carrera a campo través, requiere menos habilidades de comunicación que la mayoría de los deportes de equipos y un muchacho que corre bien, aunque sea poco comunicativo, es valorado como un miembro importante del equipo.
  • Equitación. La equitación es un deporte caro. Dejando eso aparte, es un deporte excelente para los niños con autismo. De hecho, algunos niños con un TEA van cada semana a montar unas horas a caballo como parte de su terapia, la llamada equinoterapia. No es raro que a muchos niños con autismo les resulte más fácil comunicarse con animales que con otras personas y algunos niños con TEA tienen resultados excelentes como jinetes.
  • Bolos. A pesar del ruido de las boleras, los bolos suelen ser de las actividades preferidas por bastantes niños con autismo. Puede ser debido a la predictibilidad de las jugadas: tiras dos veces y te sientas o al movimiento de los bolos cayendo o la bola deslizándose por la pista. En cualquier caso, puede merecer la pena hacer un intento.
  • Ciclismo. Personalmente, considero que la bicicleta es el mejor regalo que un niño puede recibir. Montar en bicicleta puede ser algo difícil para los niños con autismo, debido a que no consiguen mantener el equilibrio con facilidad, algo que se puede solucionar con un triciclo o con paciencia. Pero una vez que han dominado la técnica básica, el ciclismo puede ser una forma maravillosa de disfrutar del aire libre. Como muchos de los deportes que estamos describiendo se puede practicar solo o en grupo y de forma competitiva o solo por disfrutarlo. Puede tardar un poco más en aprender, no ser especialmente habilidoso pero puede disfrutar de la bici como cualquier otro niño, esa sensación del aire en la cara, del paseo tranquilo, de explorar caminos… También merece la pena intentarlo y ver si éste es su deporte.
  • Senderismo. Para mucha gente con TEA, la paz y silencio de la naturaleza libera de mucho estrés. El senderismo, que puede ser una actividad individual o en grupo, es una forma fácil de hacer ejercicio y disfrutar del campo o la montaña sin la presión de imponer una comunicación social intensa.
  • Pesca. Como en el caso del senderismo, la pesca es una actividad interesante para cualquier niño o adulto con TEA que disfrute la vida al aire libre, el contacto con la naturaleza.
  • Artes marciales. Las artes marciales combinan los elementos de predictibilidad y reglas claras con el reto que significa la interacción física con otras personas. Para muchos niños con autismo,  las artes marciales ayudan a desarrollar habilidades físicas (equilibrio, fuerza) al mismo tiempo que mejoran características psicológicas (autoestima, disciplina)
Entre las opciones preferidas por algunos niños están las siguientes: Hockey, Baloncesto, Fútbol, Béisbol, Tiro con arco, Tenis, Vela o Golf.
También, aunque no sea en sí un deporte, los scouts pueden proporcionar a un niño con autismo un amplio rango de actividades físicas. Los scouts suelen estar familiarizados con niños con necesidades especiales aunque no todos los grupos serán igualmente adecuados para tu hijo. Si después de una temporada en un grupo piensas que tu hijo no recibe la atención que merece, cámbiale de grupo. Algunos jefes de grupo son mejores para los niños con necesidades especiales que otros. Puedes hablar con otros padres, explorar en redes sociales, tener una reunión con algún responsable del grupo scout… lo que te toca hacer en tantos sitios diferentes para distintos tipos de actividades.

lunes, 21 de agosto de 2017

La Enseñanza del Baloncesto en Niños Autistas 1era parte

Quiero hablar de la experiencia de tratar con niños autista y de enseñarles la disciplina deportiva del baloncesto,  no a nivel competitivo más a nivel de inclusión para su desarrollo como personas.
   Soy entrenador en la Escuela de Baloncesto El Molino, ubicada en Tocuyito Municipio Libertador estado Carabobo, urbanización El Molino.
Roberto Antonio un chico de 05 años tiene alrededor de 3 meses en nuestra escuela de baloncesto,  previamente su mamá ya había conversado con nosotros y nos comentó la condición del niño que es Autista y que lo traería para ver cómo le resultan las prácticas, en su primer día lo vi tímido y disperso pero con la ayuda de el más joven de los entrenadores Juan Guerra logró hacer uno de los ejercicios,  se le indico que tomara la pelota con ambas manos y la rebotara al frente de él y luego a cada costado, a simple vista daba la impresión de que no prestaba atención,  y comenzó a realizar el ejercicio solo rebotando la pelota al frente de él con algo de timidez pero mostrando una gran sonrisa.

Para su segunda práctica le asignamos a Juan Guerra y nuevamente hacer el ejercicio de rebotar la pelota al frente y luego a los costados, realizó el ejercicio con la ayuda de Juan que servía de monitor esta vez incorporamos otro ejercicio.


Y le mostramos como pasar la pelota con ambas manos a un compañero,  al principio Juan le pasó la pelota y no la agarro,  Juan tomó la pelota y nuevamente se la paso esta vez si agarro la pelota,  Roberto Antonio se veía animado y menos tímido fue un día donde hubo mucho chicos,  esa primera semana asistió a clases tres días,  para el tercer día se mostró más comunicativo se acercaba y pedía permiso para descansar y tomar agua, lo cual me sorprendió mucho porque iba corriendo y regresaba tan rápido como podía para seguir con la práctica,  en eso se acerca a mi y me pregunta que cosa nueva le voy a enseñar.


En eso llamo a todos los chicos y les pido que hicieran una formación y adoptaran la posición de defensa e incorporamos a Roberto Antonio en el ejercicio el cual consiste en desplazarse lateralmente,  se le veía cómodo al estar entre los chicos más grandes que él,  apenas tiene 05 años,  para mi asombro al hacer el ejercicio de defensa vi que hizo el desplazamiento lateral  y riendo al igual que los otros chicos,  es un niño muy valiente.


Pone gran empeño al realizar los ejercicios,  es muy disciplinado al realizar la actividad va rápido a formarse en la fila con los otros chicos a esperar su turno no deja de sorprenderme.


El es el tercer chico con condición especial que ingresa a la Escuela de Baloncesto El Molino,  el primero fue un chico de 13 años con Asperger,  el segundo un chico de 04 años Autista bastante pequeño y Roberto Antonio que continúa con nosotros gracias a él hemos cambiado nuestra forma de impartir las prácticas.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Proyecto Basket y Autismo

De Proyecto Basket y Autismo,  Fran Murcia

La Fundación Orange promueve con Basket y autismo una nueva actividad de ocio para las personas con autismo, en un ámbito en el que aún no existen demasiadas actividades adaptadas a sus necesidades. Un porcentaje importante de las personas con autismo presenta además una discapacidad intelectual y otros trastornos asociados, tales como epilepsia, problemas de conducta, etc. Es un trastorno crítico, aunque su sintomatología va cambiando a lo largo del ciclo vital.
En ausencia de un tratamiento farmacológico adecuado, las terapias psicológicas y los programas educativos en la infancia y adolescencia y la educación permanente en la vida adulta configuran las acciones terapéuticas más eficaces para afrontar este trastorno. Finalmente, el trabajo, las actividades de ocio, el apoyo social y familiar, etc., cooperan también de forma muy significativa al aumento de la calidad de vida de estas personas.
La escuela de basket Fran Murcia y la Fundación Orange ponen en marcha un nuevo proyecto de investigación para personas con autismo. Un proyecto sin hasta ahora competencia. El baloncesto para personas con una condición especial, personas con autismo.
La actividad se propone organizar una serie de clases de baloncesto adaptadas para estudiar los beneficios de la práctica de este deporte en las personas con autismo, ya que el baloncesto fomenta la participación, el juego en equipo, el compañerismo y evita el sedentarismo, la obesidad y algunos problemas de salud. Además, favorece, el desarrollo de la coordinación espacial y distintas capacidades relacionales.
El programa se realiza junto a la Escuela de Basket de Fran Murcia, ex jugador profesional con una dilatada trayectoria nacional e internacional, y se ha iniciado con varios grupos, tanto de niños como de adultos, de los centros Asociación Nuevo Horizonte y CEPRI, en Madrid. Las clases tienen lugar en las instalaciones del centro Nuevo Horizonte.

martes, 15 de agosto de 2017

¿Que es el autismo?


De la pagina Autism Speaks.

El autismo es un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida.    Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista (ASD por sus siglas en inglés).    Actualmente se diagnostica con autismo a 1 de cada 68 individuos y a 1 de cada 42 niños varones, haciéndolo más común que los casos de cáncer, diabetes y SIDA pediátricos combinados.    Se presenta en cualquier grupo racial, étnico y social, y es cuatro veces más frecuente en los niños que en las niñas.    El autismo daña la capacidad de una persona para comunicarse y relacionarse con otros. También, está asociado con rutinas y comportamientos repetitivos, tales como arreglar objetos obsesivamente o seguir rutinas muy específicas. Los síntomas pueden oscilar desde leves hasta muy severos.
Los trastornos del espectro autista se pueden diagnosticar formalmente a la edad de 3 años, aunque nuevas investigaciones están retrocediendo la edad de diagnóstico a 6 meses.    Normalmente son los padres quienes primero notan comportamientos poco comunes en su hijo o la incapacidad para alcanzar adecuadamente los hitos del desarrollo infantil.     Algunos padres explican que su hijo parecía diferente desde su nacimiento y otros, que iba desarrollándose normalmente y luego perdía aptitudes.    Puede que inicialmente los pediatras descarten las señales del autismo pensando que el niño podrá alcanzar el nivel deseado y le aconsejan a los padres que esperen y vean como se desarrolla. Nuevas investigaciones muestran que cuando los padres sospechan que hay algo mal con su hijo, generalmente están en lo correcto.    Si tienes inquietudes acerca del desarrollo de tu hijo, no esperes y habla con su pedíatra para que sea evaluado.
Si a tu niño lo han diagnosticado con autismo, una intervención temprana es crítica para que pueda beneficiarse al máximo de todas las terapias existentes.     Aunque para los padres puede ser difícil etiquetar a un pequeño como “autista”, entre más pronto se haga el diagnóstico cuanto antes se podrá actuar.   Actualmente no existen medios efectivos para prevenir el autismo, ni tratamientos totalmente eficaces o cura.     Sin embargo, las investigaciones indican que una intervención temprana en un entorno educativo apropiado, por lo menos por dos años durante la etapa preescolar, puede tener mejoras significativas para muchos niños pequeños con trastornos del espectro autista.      Tan pronto como se diagnostique el autismo, la intervención temprana debe comenzar con programas eficaces, enfocados en el desarrollo de habilidades de comunicación, socialización y cognoscitivas.

La Enseñanza del Baloncesto en Niños Autistas 3era Parte

Con el transcurrir del tiempo al estar trabajando con niños autistas nos podemos dar cuenta que son chicos con gran potencial al igual que ...